Dentro de la Catedral Vieja de Salamanca encontramos la Capilla de San Martín o del Aceite, un espacio arquitectónico situado debajo de la torre de las campanas. Esta capilla fue utilizada como espacio funerario, especialmente para la construcción de sepulcros episcopales. En el testero de la capilla nos encontramos ante un retablo fingido en cuyo centro se encuentra un nicho, donde en algún momento, es posible que estuviera colocada una imagen escultórica de la Virgen María en su facultad de Theotokos, es decir, como Madre de Dios. Alrededor del nicho se encuentran representados, en la parte superior, los profetas Jeremías, Isaías y Daniel, y en la parte inferior del retablo, las figuras de San Joaquín y Santa Ana. De igual forma, mencionamos la representación de diez ángeles, cinco a ambos lados del retablo. Cada uno de estos está situado dentro de un marco o pórtico, con sus alas flexionadas hacia arriba y suspendidos sobre una nube. Así mismo, los ángeles presentan otras características comunes, como lo serían los rasgos faciales típicos de un joven adulto, la complexión física y el mismo tipo de vestuario. Los colores utilizados para la elaboración de los personajes son siempre los mismos, primando el uso de colores cálidos, como lo serían los tonos amarillos, rojos y naranjas. En el caso de las representaciones angelicales, podemos observar un mayor juego de color en las alas, ya que a veces, encontramos el uso de hasta tres colores diferentes en una misma ala. En cuanto a la representación de los profetas y los santos, estos son fácilmente reconocibles, ya que podemos encontrarlos identificados con sus respectivos nombres. En el caso de los ángeles, lo único que nos permite diferenciarlos son los instrumentos que estos están ejecutando. El mensaje que los ángeles transmiten es el uso de la música como el medio por excelencia para la veneración de una figura importante dentro de la religión católica. A través de los instrumentos representados, podemos destacar que todos estos son instrumentos de cuerda, a excepción de la aparición de un órgano portativo. Debido a la grandeza simbólica de la figura que se encontraba anteriormente en el nicho, los ángeles ejecutan instrumentos, considerados en la época, como sobrios, elegantes y de una naturaleza delicada, y que estarían a la altura para interpretar música de una naturaleza celestial.