Ánfora monumental, en cuyo anverso se ha representado una escena funeraria. Un difunto (heroizado, desnudo) ocupa el interior de un templete funerario (naiskos). Lleva la cabeza coronada, mientras su manto flota al aire y sostiene en su mano derecha un estrígile y flexiona su rodilla derecha elevada sobre unas rocas. Junto a su figura, aparecen un xilófono (apoyado en el suelo) y un objeto de difícil interpretación que parece estar colgado de la pared. En el exterior del monumento, a ambos lados del mismo, cuatro figuras sostienen en sus manos ofrendas y objetos relacionados con el culto funerario.
El cuerpo del reverso del vaso contiene dos registros, separados por una franja decorada con círculos y flores estilizadas; la escena superior representa el canto de Orfeo en el inframundo, ante Hades y Perséfone; también escuchan la canción del héroe tracio Hermes (a la izquierda) y Hécate (que cierra la composición por el extremo derecho). En el registro inferior un hombre desnudo, con objetos rituales en sus manos (enócoe y patera) está sentado junto a una estela funeraria. Completan el conjunto una mujer sentada sobre unas rocas que tiene un xilófono en las manos y otra figura femenina que se acerca al varón, sosteniendo en sus manos cintas y bandejas. En el hombro del vaso, una cabeza femenina (ánodos) emerge de un recipiente en forma de cáliz, y a su alrededor brotan exuberantes roleos, ramas vegetales y motivos en espiral.