Una de las escenas bíblicas del Antiguo Testamento, perteneciente a la famosa historia del Rey David y su hazaña cortándole la cabeza al gigante Golitat. Aunque se duda de la autoría por el estilo alejado del pintor Lucas Valdés, vemos reflejada la pincelada de la escuela barroca sevillana. Al fondo de la composición, las arquitecturas que recuerdan al mundo clásico, por elementos como columnas, capiteles, cúpulas, ventanas e incluso las balconadas. Todo ello presenta características del estilo de principios del neoclasicismo y un estudio pormenorizado de la perspectiva de fondo.
La escena principal, con los protagonistas, muestra al Rey David llegando victorioso tras haber derrotado y decapitado a Goliat, por la opresión que este estaba ejerciendo sobre el pueblo. David, llevando en sus manos la cabeza del gigante, está acompañado de una comitiva de soldados a caballo y a pie, y otros personajes vestidos elegantemente, que se pierde al fondo del paisaje.
Justo al lado izquierdo, encontramos un grupo de mujeres músicas que ensalzan y celebran con su música la llegada de David. Estas interpretan música con arpas, guitarras, se puede ver que cantan e incluso bailan celebrando la derrota del gigante Goliat. Por el gesto de algunas mujeres es posible haya más instrumentos, pero no se han descrito visualmente.
En general la pintura se encuentra llena del dinamismo propio del barroco y de colores contrastados y bastantes amplios en sus gamas, aunque por el realismo de sus arquitecturas, podemos deducir que la pintura pertenece al siglo XVIII presentando un acercamiento hacia la etapa neoclasicista.