Retrato de padre e hija en el interior de una estancia doméstica bien amueblada. La joven sostiene una partitura enrollada en mano izquierda y detrás de ella puede verse un piano de mesa, en cuyo atril hay otra partitura. Es un retrato típicamente burgués que denota el rango social de los personajes: D. Pedro viste según la moda fernandina (casaca, calzón, medias y zapatos con hebillas) y rico pañuelo anudado al cuello, mientras sostiene un libro en las manos; su hija María viste de negro y los bordados, las joyas y las flores que adornan su cabello, así como la presencia del piano y las partituras, son elementos que aluden a su elevada posición social.
No se han encontrado datos biográficos de los personajes en los diccionarios musicales históricos, ni en los modernos. En el Archivo General del Palacio Real consta un Pedro Benítez, documentado entre 1813 y 1831 como maestro guarnicionero de las Reales Caballerizas de Fernando VII (Cª 16617, exp. 2), sin que se pueda asegurar que se trata de la misma persona que el retratado. María de la Cruz aparece representada sola, sentada al lado de un piano de mesa -posiblemente el mismo que aparece aquí- en la obra de mismo autor titulada “María de la Cruz Benítez” (P04680).